Teatro Colón, guía práctica de la temporada 2023

Cómo será la temporada 2023 y cuán abiertas están las puertas de uno de los teatros más importantes del mundo a públicos no especializados. Homenaje a Luis Alberto Spinetta, presentación de Martha Argerich y la apertura de la temporada en el predio de la Sociedad Rural con la puesta en escena de la Sinfonía nº2 de Gustav Mahler. Sus precios y el conflicto con los cuerpos artísticos estables.

Por Karina Micheletto

La Ciudad de Buenos Aires posee uno de los teatros líricos más importantes del mundo, que ha llegado a ser calificado como “el mejor de todos” en encuestas como la del sitio de turismo Travel365. Más allá de las mediciones siempre subjetivas, es un hecho que el teatro Colón figura entre las grandes del mundo por su historia, por su acústica, por su arquitectura.

Con cinco cuerpos artísticos estables (la Filarmónica, la Orquesta Estable, el Ballet, el Coro, el Coro de niños), su condición de ente autárquico de la ciudad, un presupuesto oficial que en 2022 fue de 4.914 millones de pesos (una cifra a la que hay que sumar las coproducciones), y la misión de “crear, formar, representar, promover y divulgar el arte lírico, coreográfico, musical -sinfónico y de cámara- y experimental”, vale la pregunta por el rol que debe cumplir hoy un teatro de estas características, la apertura que debe ofrecer al público “no especializado”, y los márgenes que existen para que esto sea posible.

Todo esto, teniendo en cuenta sus condiciones excepcionales: un teatro público pero de alto costo, dedicado a un tipo de música que en este momento tiene un público de nicho, en el único teatro argentino que mantiene un nivel internacional.

Ya se anunció la programación que tendrá este año el Colón, que tras el cambio de gestión – Jorge Telerman sucedió a Victoria Alcaraz en el cargo de director general y artístico – se destaca por cierta apertura estética y estilística respecto a los últimos años. Constará de once títulos para la temporada lírica, cinco ballets y veinte conciertos del Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica.

Se suman el Festival Argerich, un Festival Rachmaninov, ciclos dedicados a la música barroca y la contemporánea, la serie “Grandes intérpretes”, y los Conciertos extraordinarios entre los que se destaca un homenaje a Luis Alberto Spinetta, a 50 años del lanzamiento de Artaud.

Los anuncios para 2023

La apertura de la temporada será de impacto y fuera de las paredes del Colón: entre el 7 y el 12 de marzo, con un evento que se anuncia de gran despliegue, en el predio de la Sociedad Rural. Allí se presentará el espectáculo del director teatral italiano Romeo Castellucci Resurrección, una imponente puesta en escena de la Sinfonía nº2 de Gustav Mahler – conocida, justamente, como “Resurrección” –, con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Charles Dutoit, con Jaquelina Livieri y Guadalupe Barrientos como solistas.

A diez años de la muerte del gran pianista y compositor argentino Gerardo Gandini, se propone también “Foco Gandini”, una serie que en octubre rescatará sus colaboraciones con Fito Páez y en diciembre repondrá la ópera La ciudad ausente. Habrá también un homenaje al compositor en el Centro Experimental del Teatro Colón, con obras especialmente encargadas y la dirección musical de Haydée Schvartz.

En la programación 2023 aparecen nombres destacados. El de atracción propia por fuera del público especializado, Martha Argerich. También otros pianistas como Maria João Pires, András Schiff y Nelson Goerner; los cantantes Bryn Terfel, Anna Netrebko, Elina Garanča, Yusif Eyvazov, Erwin Schrott, Sonya Yoncheva y Vittorio Grigolo; los primeros bailarines Natalia Osipova, Roberto Bolle, Marianela Nuñez; el director Charles Dutoit; el trompetista Sergei Nakariakov, el violinista Maxim Vengerov, el violoncellista Mario Brunello y los compositores Giovanni Sollima y Martín Matalón, entre otros.

Resurrección dará inicio del ciclo Divina Italia, una programación que llega través de la Embajada de Italia en la Argentina y el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires. En la ópera, abrirá la temporada oficial con Fausto, de Charles Gounod en marzo, en septiembre y octubre llegarán Il turco in Italia, de Rossini, y La viuda alegre, de Franz Lehár; en noviembre Madama Butterfly, de Puccini.

La ópera, destacada

De los once títulos líricos propuestos, se destaca una nueva producción de La carrera del libertino, de Stravinsky, con dirección musical de Charles Dutoit y puesta en escena de Alfredo Arias (será en julio). También la versión de Barrie Kosky de La flauta mágica, de Mozart, con dirección musical de Marcelo Ayub (en junio).

Está también Il Trovatore, de Verdi, en agosto. Completan el ciclo de ópera dos títulos que formarán parte del abono contemporáneo, y que tendrán lugar en el Colón Fábrica, en La Boca. Y el estreno latinoamericano de Einstein en la Playa, de Philip Glass y Bob Wilson, y una puesta entre la ópera, la instalación y la performace, Sun & Sea.

El gran cierre de temporada será con la “Novena” de Beethoven, el 16 de diciembre de 2023.

¿Quiénes van al Colón?

En el diseño arquitectónico de este tipo de teatros a la italiana, que tuvo su apogeo en el siglo 19, los distintos niveles de las localidades resultan una representación de las clases sociales. Desde los palcos y la platea hasta el “gallinero”, la disposición representaba el orden social. Pero también la posibilidad de que todos, burguesía y oligarquía, asistiesen a las representaciones de un género que por entonces gozaba de cierta popularidad, como la ópera.

Las tendencias musicales y la industria del espectáculo, los modos de reproducción de la música han cambiado mucho desde aquel entonces. Pero la ópera en general y el Colón en particular, siguen teniendo un público fiel que no necesariamente es pudiente, que en muchos casos hace largas colas para conseguir las ubicaciones más baratas y “se banca” en pie largas funciones en el gallinero (también se llamado paraíso, no sólo porque está “allá arriba”, también porque es el lugar desde donde mejor se escucha).

Hay que advertir que esa entrada más barata, en la mayoría de los grandes teatros líricos del mundo, suele ser gratuita para algunos públicos (estudiantes y jubilados, por ejemplo), algo que no ocurre en el Colón.

¿Cuánto sale ir al Colón?

En el Colón los precios varían mucho de acuerdo al tipo de espectáculo (el de ópera es el más caro), al tipo de abono –entre el Gran Abono y el Vespertino, las funciones a las 5 de la tarde de los domingos— y a la ubicación. Para la temporada 2023, por ejemplo, los precios del Gran Abono, con 8 títulos de ópera, van desde 1.180.800 pesos los palcos del bajo centro (que incluyen 6 lugares), hasta las localidades de pie en cazuela, tertulia y paraíso, entre 8.800 y 8.000 pesos (lo cual da un promedio de 1000 pesos por función).

Las funciones de ballet, con 5 títulos, salen entre 321.000 pesos los palcos de 6 lugares; alrededor de 50.000 pesos una platea; 27.000 pesos una cazuela central. Las localidades de pie salen entre 5.500 y 4.500 para los 5 títulos.

Para arriesgar una clasificación entre las categorías “caro o barato”, hay quienes comparan estos precios con el de cualquier concierto actual, y especialmente los de artistas internacionales (en las producciones del Colón siempre los hay). Dividiendo el precio de los abonos por la cantidad de funciones, es claro que el precio de una entrada del Colón es inferior.

Más ajustado sería en este caso la idea de “accesible” o “inaccesible”, en una apreciación que incluye el costo de las entradas pero también otras variables, vinculadas a cómo acercar la música que ofrece el Colón a públicos más amplios.

La temporada pasada se incorporó como novedad, para algunas funciones, una suerte de venta de liquidación a ultimísimo momento, desde las 2 de la tarde del mismo día de la función, exclusivamente amenores de 35 años, a 200 pesos. Más allá de que se trata de una estrategia para “vestir la sala” en conciertos que vienen flojos de preventa, es un beneficio para quienes están atentos, y una búsqueda explícita de incentivar la asistencia de nuevos públicos al Colón (al igual que ocurre con el “abono joven”, que sale la mitad para menores de 35 años).

El conflicto salió a las escalinatas

“Planteamos una temporada con la idea de sostener una actividad que vaya de la tradición a la innovación, sin dejar de pensar en la necesidad de acercarnos a público nuevos”, definió Telerman la búsqueda en la apertura del acto de presentación de la programación 2023.

Hasta entonces no había salido afuera un conflicto que sí se expresó sobre el cierre del año con los cuerpos artísticos. Sus integrantes se manifestaron a fines de 2022 en las escalinatas del teatro para advertir sobre “la crisis institucional que pone en riesgo la histórica excelencia del teatro”, producto de “la mala administración de los recursos, la falta de atención y el destrato por parte de las autoridades”, según expresaron en un comunicado conjunto. Con este modo de cerrar el año, los anuncios quedan supeditados a un acuerdo con los cuerpos artísticos estables.